Empoderar a mujeres jóvenes de entre 18 y 25 años que han salido de una vida de abuso físico, sexual, mental y/o emocional, o de trata de personas, para que encuentren su voz, logren independencia y generen un impacto duradero para las futuras generaciones. Esto se logra colocándolas en comunidades de apoyo que nutren su crecimiento y les ayudan a construir una base sólida en su salud espiritual, mental, emocional y física, así como en su educación, carrera, relaciones y fe.